Sesión
“Humus” de Paula de Solminihac en el MAVI
Paula de Solminihac
Para Paula de Solminihac el desafío del montaje de “Humus” se presentó irremediablemente biográfico. En medio de una necesidad de difuminar los límites de su trabajo, trajo consigo su modo de ocupar el espacio; aparece entonces como un taller en medio del MAVI.
Inclinada a tensionar los conceptos de autoría y control, la artista deja entrar en su investigación el caos propio de la naturaleza para dar espacio a la incertidumbre, en contra de un mundo automatizado, donde la novedad preferible comienza su investigación reciclando desde las ruinas, desde lo podrido, y ciertamente exponiendo las etapas crudas de su trabajo, transparentando los pasos de su planificación, en una contrariedad para el acostumbrado blanco inmaculado de los museos.
Sobre esa búsqueda de liberación, o más bien por su afán de trabajar dejándose sorprender por los resultados nos comenta: “No buscaba hacer un algo en la cerámica, me distraigo, me interesaba la cocina, la alquimia del fuego con el objeto horneado (...) Dejar crecer, hongos, como el fuego, con humedad y lo orgánico, dejar que otro tome el control”.
“Humus” es el resultado de este control compartido con la naturaleza, sus colores, texturas, se dan en un mundo hecho entre las manos de la artista y el suelo, todo proyectado desde sus cuadernos como un petri, como un caldo de cultivo, dejando que el tiempo altere la materia y que nos invita a cuestionar las jerarquías del arte y sus símbolos.