En esta oportunidad el artista de la región del Maule, Gustavo Salazar, creó una obra
de 50 m² en la Escuela Cooperativa Lircay de Talca.
“Somos un jardín de sueños” es el nombre del mural de 50 m² que inauguró el Programa
Haciendo Escuela de Falabella en la Escuela Cooperativa Lircay de Talca. Esta obra, creada por
el artista Gustavo Salazar, marca el fin del proyecto «Murales para Chile», que intervino
fachadas y paredes internas de 15 colegios en los últimos tres años.
La iniciativa, que cuenta con auspicio de la Unesco y está acogida a la Ley de Donaciones
Culturales, partió en 2021, donde Falabella, Sodimac, en asociación con Fundación Antenna y
el Museo a Cielo Abierto de San Miguel, se unieron para acercar el arte y dejar un legado
artístico y patrimonial en colegios apoyados por el Programa Haciendo Escuela.
“La recepción de este proyecto fue muy positiva e impactó a más de 15.000 estudiantes.
Además, junto a voluntarios de Falabella y Sodimac, se crearon talleres de muralismo donde
alumnos y profesores, liderados por un artista regional, aprendieron de esta técnica. Estas
clases fueron muy valoradas por sus participantes y dieron vida a los 15 murales que están
presentes a lo largo del país”, aseguró la Gerente de Sostenibilidad de Falabella, Malena
Marcalle.
«Estamos muy orgullosos de los murales realizados con el Programa Haciendo Escuela. Cada
mural es una ventana a la creatividad, reflejo de la diversidad cultural y símbolo de la
identidad local. Al involucrar a estudiantes, docentes y artistas, fomentamos la colaboración y
el sentido de pertenencia en cada comunidad», comentó Alfonso Díaz de Fundación Antenna.
Sobre esta última obra, el artista Gustavo Salazar utilizó la técnica graffiti y se inspiró en “las
historias contadas por la comunidad escolar, que reflejaban su dedicación y cariño hacia los
alumnos. La verdad es que el colegio se vuelve un segundo refugio y la idea es llenar este
refugio de color y alegría”.
“Somos un jardín de sueños” en la región del Maule sería la última obra de “Murales para
Chile”, iniciativa que contó con revestimiento de Photio en todas sus obras. Esta
nanotecnología chilena simula el proceso de fotosíntesis que llevan a cabo las plantas,
permitiendo transformar estructuras en enormes purificadores de aire, utilizando como única
fuente de energía la radiación solar.
